Ese
momento en el que piensas “¿volverlo a intentar o desistir?”, ese momento en el
que me gustaría sacar valor de debajo de las piedras y decirte todo lo que pasa
por mi cabeza… poder encontrar una respuesta a lo que no me deja avanzar.
Porque
me doy cuenta de que la mayor parte del tiempo he vivido esperándote, esperando
a que llegara ese momento entre nosotros tan soñado. Hasta hoy no lo he llegado
a reconocer del todo, y es ahora cuando estoy dispuesta a pasar página, a
cambiar de perspectiva en la vida, estoy dispuesta a vivir sólo por y para mí.
Despertarme
por la mañana y querer comerme el mundo, o simplemente salir a la terraza con
una taza de café y un libro, y disfrutar hasta el último sorbo, hasta la última
palabra; pero lo más importante, despertarme y haberte olvidado. Tenerte como
una parte de mi pasado, una pequeña parte, de la cual no me arrepiento ni me
arrepentiré, ya que en su momento fue algo que quise.
Quiero
poder hacer mi vida sin pensar en qué estarás haciendo o qué hubiera pasado si…
quiero dejar de tener esa ínfima esperanza que se apodera de mí y no me deja
continuar. Necesito avanzar sin mirar atrás, porque si no lo hago sé que no
podré salir de ese torbellino de falsas expectativas, pensamientos, sueños,
palabras, miradas…
Según
dicen, la vida tiene sus propios planes, y sé con certeza que si estamos
predestinados, algún día nos encontraremos. Pero hasta entonces viviré.
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